Por Jancarlos J. Vega Lugo.
Que sí,
que no
Que nunca te decides
Yo sé que tú me quieres
Y no me lo dices
Que sí, que no
Que nunca te decides
Tú sabes lo que quiero
Y aún no me lo diste
Que nunca te decides
Yo sé que tú me quieres
Y no me lo dices
Que sí, que no
Que nunca te decides
Tú sabes lo que quiero
Y aún no me lo diste
Definitivamente
USTED NO SE HA EQUIVOCADO (o tal vez sí, si buscaba la letra de la canción 'QUE
SI, QUE NO' de la banda argentina “El Símbolo”). Este blog sigue siendo un
espacio abierto de comentarios sobre asuntos diversos, tal cual se indica en
nuestra presentación, no se ha vuelto un espacio que alberga el texto de las
canciones.
Pero
¿por qué entonces el título y coro de una canción en este post? Pues si aún no se
ha dado cuenta, le ayudo de la siguiente manera:
Día 1:
Estamos revisando, está en agenda.
Día 2:
No lo estamos revisando, no está en
agenda.
Día 3:
Chau, me voy.
Día 4:
¡Te fuiste! Ahora sí está en agenda
Más
que obvio ¿verdad?
Las actuaciones (dichos y contradichos) que nos trajo la semana pasada (con rezagos en ésta) calzan perfectamente en la letra de la canción. La última versión del Gobierno de que “el aumento del sueldo mínimo sí se está evaluando en comisión técnica” refleja cierta incoherencia en su actuación. Quien crea lo contario, no entenderá que el Estado es un solo, que nos debemos ante un Estado Unitario.
En
teoría, ni siquiera la descentralización debería poder romper esa situación. Y
digo en teoría, porque en la práctica ya hemos visto lo que puede suceder (lo
último, fue la actitud de la máxima autoridad del Gobierno Regional de
Cajamarca).
Pero,
tenga cuidado y no me mal entienda. No quiero decir que una autoridad regional,
local, o de alguna entidad de la administración, incluso todos nosotros como
ciudadanos, con sus matices respectivos, estamos impedidos de expresarnos y
plantear solicitudes.
Sin embargo, cuando uno es autoridad, funcionario, servidor, cualquiera sea su vínculo con el Estado, debe saber que esta entelequia guarda un propósito, el que pese a los ya muchos siglos de su concepción no ha dejado de ser valioso.
Dicho ello, y regresando al asunto que originó este post, la última versión del gobierno esperanza a miles de peruanos. Aquéllos que tienen que ingeniárselas para llegar a cada fin de mes, que por motivos que ellos “junto con la propia vida” (tal vez ellos menos que esto último) lo saben (falta de oportunidad, falta de preparación, etc., etc.).
Pero
bueno, lo que pretendo hacer notar es que nunca debemos de olvidar de ver más
allá de lo que sólo queremos o deseamos ver, por más buenas que sean nuestras
intenciones. El desarrollo de la industria, la construcción de grandes obras, el
aseguramiento de los servicios básicos (su universalización), sin duda alguna contribuyen
al desarrollo del país, al crecimiento en sus índices económicos y financieros,
pero asegurémonos que ello incluya a todos.
Evitemos
convertirnos en un Estado que se olvida de su objetivo, de su razón de
existencia, fortalezcamos nuestra institucionalidad, transmitamos optimismo,
compartamos el desarrollo, transparentemos nuestras actuaciones. Y así, no lleguemos
a algo que al leerlo, particularmente, consideré desafortunado, y que ligado a
esta situación que hoy comento me permito citarlo.
“[Nuestro
país] ofrece una base de costos verdaderamente competitivos. Los sueldos y salarios todavía son los más
bajos de la región, una gran ventaja comercial. Aun así, la población está bien
educada, es adaptable y muy pacífica, contando con muchos trabajadores capacitados”
(Texto
en corchete, subrayado y énfasis agregado).[1]
Le
comento que la cita de arriba, es parte del texto que aparece en la web de la
Comisión de Inversiones de un país del sur asiático.
El
texto subrayado va perfecto, pero la primera parte de lo resaltado en negrita
está lejos de ser lo deseado. Definitivamente que las características de la
población de este país, que está resaltado en la segunda parte son dignas de
destacar, pero el desinterés que refleja este Estado en el mejoramiento de la primera
parte resaltada cuando enlaza con la segunda (“Aún así, …”), deja mucho que desear.
Júzguelo
usted mismo.
[1]
Extracto del artículo “Declaraciones en línea de las comisiones o
agencias nacionales de inversiones y sus potenciales efectos jurídicos”, de
Makane Moïse Mbengue y Deepak Raju. Publicado en “invesment treaty news”. Número 4. Tomo 4. Septiembre 2013.
Disponible en http://www.iisd.org/pdf/2013/iisd_itn_sept_2013_es.pdf
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